7.- Sagunt- Estivella

Bienvenidos nuevamente a este su espacio. Las idas y vueltas valencianas llegan a ser algo demandantes y de tal variedad que a veces resulta difícil decidir cuáles, cómo y cuándo publicarlas. Además la intención es mostrar un poco de material visual para mejorar la comprensión y recrear la pupila de ustedes mis queridos lectores. He aquí entonces otra razón por la escasez de publicaciones.

Mapa Sagunto-Estivella La entrada de hoy relata un pequeño viaje que organizamos, bueno, organizó mi querido amigo Martin Michalik a dos pequeñas localidades en las cercanías de Valencia: Sagunt y Estivella. Las dos a tiro de piedra, económico transporte y ofrecía un cambio en la rutina de finales del semestre. Además me parece una buena idea hacer este tipo de "excursiones exprés" puesto que no soy muy afín a las largas sesiones turísticas explorando lugares, pero a la vez sí estoy interesado en conocer una buena cantidad de lugares y poder decir al menos "estuve por ahí un rato...".

El plan era sencillo (no sé porqué siempre inicio con esta frase los relatos de viajes y paseos, y termino mencionando que el plan original se fue por el retrete): sábado a las 9:00 am en la estación de trenes de Valencia, comprar un boleto a con dirección a Estivella y después de mediodía regresar en autobús a Sagunt, donde tomaríamos el tren de regreso a Valencia. Entre los participantes dispuestos a partir estaban 3 chicas alemanas, un chico checo, Polonia representada por mi amigo Pawel y Natalia, nuestro amado líder eslovaco Martin y como único miembro no europeo, un servidor.

En principio fue una tarea ardua levantarse y estar listo para tomar el tren de las 9:00 puesto que la noche anterior estuvimos en la fiesta de mi querido amigo checo Slava y sus buenos tragos de Becherovka helado. Así que por esta razón nuestro querido y estimado líder de la excursión se permitió llegar al punto reunión encima de las 9:00 y casi nos ocasionó perder el tren. De hecho perdimos a las tres germanas en nuestra improvisada expedición carrera hacia el andén destinado a pesar de la gritería que armamos para atraer su atención.

Los niños no perdidos

He aquí cuando ya el plan se fue por el retrete (les dije) porque para recuperar a los "soldados caídos" decidimos bajar en Sagunto y esperar a que ellas tomaran el siguiente tren hacia ahí media hora después. Al fin y al cabo ya habían comprado el boleto y estaban ya en la estación así que les pareció buena idea y al resto del grupo nos dio la oportunidad de recorrer el lugar y comprar provisiones para el periplo.

Estación de Sagunto En fin, una vez reintegrado el equipo nos dirigimos a la principal atracción de este pequeño pueblecillo: El Castillo de Sagunt (Sagunt es Sagunto en valenciano, por si habían notado el cambio en la tipografía). Dicho castillo fue en su tiempo un punto clave para la defensa de la región y fungía como estación de vigilancia de la costa por su buena visibilidad del mar por su ubicación elevada. En la actualidad se encuentra derruído pero está abierto al público para recorrer sus entrañas e incluso cuenta con un auditorio construido recientemente donde se ofrecen conciertos y obras en medio de este marco medieval.

Sagunto

El auditorio

El castillo

Y fue aquí donde, entre almenas y bastiones, decidimos tener nuestro sencillo pero nada frugal desayuno, con una buena botellita de vino de la mejor calidad (la mejor calidad que 1.00 euro puede comprar, claro está), con lo que estuvimos de mejor ánimo para empezar de nuevo el trayecto.

Q rico 2

El castillo 2

Da crew

Un poco de agua

Alrededor de las dos de la tarde, después de deliberar un poco sobre la reestructuración del plan, decidimos entonces tomar el tren hacia nuestro siguiente destino: la reserva ecológica de Estivella. Esta localidad es un pueblo vecino a Sagunto, donde se encuentra una de los más importantes destinos ecológicos de la comunidad, y además ofrece la oportunidad a turistas y amantes de la bicicleta, caminata y ecología, recorrer los 70 km de caminos y pasajes señalizados y destinados para tal motivo. Incluso, durante el recorrido también se muestran pequeños puntos de interés como fuentes, ruinas y demás. Estábamos más que conscientes que no nos iba a ser posible recorrer en su totalidad dichos pasajes, pero decidimos más bien caminar hasta donde se pudiera, descansar y luego tomar el último tren a Valencia.

¿Adónde vamos?Dicho y hecho nos dispusimos a caminar y a disfrutar de un viento fresco pero limpio y de las buenas bromas y ocurrencias que surgían mientras andábamos. Llegando a un punto interesante, decidimos detenernos y ingerir los sagrados alimentos en compañía de otra deliciosa botella de nuestro mejor vino de un euro.

Al infinito y más alláY como todo lo que sube tiene que bajar, todo lo que empieza tiene que terminar. Nos dimos cuenta que ya era hora de regresar cuando el sol empezó a bajar y el frío hizo su presencia. Pero como todavía hacía falta un poco de tiempo para nuestro tren a Valencia, decidimos darnos una vuelta por el pueblo de Estivella y probar sus espumeantes productos derivados de la malta. Al fin y al cabo nos lo merecíamos después de este arduo día de labor.

Da crew in da night

Estivella 2

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