De nuevo aquí estoy reportándome, por fin, con un poco más de frecuencia que las veces anteriores. Ahora toca el turno de la narración de la visita a Praga en enero pasado de este año. Un poco más de información respecto a esta ciudad está disponible en el siguiente enlace: Información Praga
De nuevo fue una aventura con el tradicional dueto Zamorano-Wittmer donde básicamente el plan era salir de Alemania (de las cercanías de Munich) en tren hasta la "Ciudad de las Cien Cúpulas" (¿ven porqué era importante revisar un poco la información adicional?) donde nos encontraríamos con mi amigo Martin y permaneceríamos ahí por espacio de dos noches para conocer la ciudad. Viernes 4 a domingo 6 de enero, oséase "in & out" con 7 horas de ida y 7 horas de vuelta en trayectos y un presupuesto un tanto cuanto limitado para gastos extraordinarios en la ciudad: ese era el plan.
Bien pues la cuestión de tomar y el tren y llegar a la ciudad no tuvo mayores contratiempos que el estar sentados replanados en el vagón del tren por siete largas horas. Tuvimos buena suerte al encontrar un compartimiento vacío por lo que pudimos estirar las piernas a nuestras anchas y llegar descansados sin contratiempos a nuestro destino. A nuestro arribo nos encontramos con Martin en la estación y de ahí fuimos a dar un pequeño tour por la ciudad. El centro, la catedral y hasta la zona comercial pasaron por nuestros ojos (con equipaje al hombro y todo) antes de llegar a donde nuestro amigo había arreglado nuestro alojamiento.
De hecho el alojamiento era en los dormitorios universitarios, que alquilan a estudiantes y jóvenes los cuartos que tengan disponible en el momento de la llegada. Para las personas no conocedoras de lo que es un cuarto de un dormitorio de estudiantes, y antes de que se les venga a la mente una imagen de alguna típica habitación universitaria de las películas americanas, debo decir que son cuartos más bien austeros y pequeños y que por lo general se comparte un área común y los baños. A fin de cuentas es un lugar donde se puede dormir, dejar las maletas, ducharse y usar los servicios por un módico precio. Y nada más.
Una vez instalados y después de refrescarnos un poco después del viaje, fuimos a cenar a los comedores de los estudiantes muy al estilo "pragueño", es decir, los comedores estudiantiles de esos dormitorios eran en realidad bares y pubs comunes y corrientes, que a la vez ofrecían sus productos a precios módicos al alcance de los chicos y chicas que ahí recidían. Es decir, comimos y bebimos bastante bien en compañía de Martin y sus amigos, por un buen precio y en un ambiente bastante jovial. Después de cenar, Christine se fue a dormir, por lo que Martin y yo decidimos salir por la ciudad, comprar una botella de Becherovka y encontrarnos con unos amigos.
Una noche larga, de visita en unos cuantos bares y terminando en el piso de uno de dichos amigos. Sin ahondar en detalles debo comentar que estos checos/eslovacos sí que tienen mucha energía para ir de fiesta y sí que les gusta divertirse y pasársela bien. Tan bien que no fue sino hasta las 5 am cuando regresamos a nuestras habitaciones y por fin a dormir.
Creo que fue una mala idea, al menos operativamente, esta noche de parranda, porque el día siguiente fue levantarnos y salir a recorrer la ciudad un poco más. Christine estaba bastante freca pues había dormido toda la noche; yo estaba a "medios chiles" para decirlo más coloquialmente y Martin no reaccionó sino hasta las 4 pm para unírsenos ya en la ciudad.
En fin, no es necesario que cuente detalladamente nuestros ires y venires por Praga pues sólo me resta decir que cubrimos el resto de lugares que no habíamos visitado el día anterior en nuestro tour express. Una cosa que sí es justo y necesario comentar es que al caer la noche fuimos a la Mini-torre Eiffel en la colina más elevada de la ciudad. Dicha torre fue construida en los años 30s por un grupo de personas adineradas emulando a la torre Eiffel de Francia. De hecho, aunque no son del mismo tamaño, la punta de la torre en Praga está a la misma altura que la punta de la torre en Francia. Interesante, ¿no?
Con ya pocas fuerzas para seguir de marcha, fuimos a cenar al comedor universitario de la facultad de tecnología (muy bueno y barato, por cierto) para después reunirnos de nuevo con amigos para ir a tomarnos unas cervezas en el centro de la ciudad. Dicho evento nunca triunfó puesto que nunca decidimos en el grupo a qué lugar iríamos, por lo que terminamos más bien en un club donde había un concierto de un DJ famoso en la localidad. Christine y yo compartimos tanto el gusto de la música electrónica por lo que después de unas horas de estar ahí y beber unas cuantas cervezas, regresamos a casa para tener un merecido descanso. Un poco complicado el regreso puesto que no contamos ahora con guía y empezó a nevar, lo que hacía más "interesante" la caminata hacia los dormitorios.
El último día fue prácticamente nulo, puesto que salía nuestro tren relativamente temprano, por lo que destinamos la mañana simplemente a desayunar y trasladarnos a la estación de trenes. Martin de nuevo estuvo desaparecido, puesto que el estuvo de fiesta mucho más tiempo que nosotros. Sin percances tomamos el tren y después de 6 horas llegamos a Alemania. De ahí en adelante todo pasó muy rápido, puesto que el siguiente día debía yo tomar mi vuelo de regreso a Valencia y debía dejar mi equipaje listo esa misma noche. Cenamos, dormimos y por la mañana fuimos al aeropuerto, terminando así mis vacaciones de invierno y trasladándome ahora hacie mi nuevo año en España...